viernes, 13 de enero de 2012

LLEGADA DE LOS REYES MAGOS

No os podeis imaginar lo bien que me he portado todo el año. Eso que no como sólo y a veces hago enfadar a los papás y a los yayos, de no ser así, no puedo imaginar que más me podían haber traido los Reyes Magos.

Primero fui a casa de la yaya Maruja y en el balcón les puse turrón a los reyes y 6 litros de leche para los camellos ya que allí llegarían el día 6.

Luego fuimos a casa de la yaya Ana e hice la misma operación, les puse en la terraza Coca Cola, Calabazas, Vino, Turrón, Bombones y Leche.

Después de cenar, cuando salí a la terraza, se habían comido todo y sólo habían dejado el envoltorio de un bombón y,... ¿mis regalos?.

Mientras me comía el postre llamaron al teléfono y era el Rey Baltasar para decirme que en cuanto acabase el postre tendría mi "recompensa".

Y,... así fue, estaba la terraza llena de paquetes.

En un montón de esos paquetes estaba mi nombre escrito, cuando era un juguete me lo reservaba y cuando era ropa, zapatos, sábanas,... se los daba a mamá. Me trajeron un teatro de los Playmobil, un disfraz de fantasma (y otro para papá):
Un avión con sonido,



un gorro muy calentito de león,...

Los tatos también debieron de portarse muy bien todo el año porque les trajeron también muchas cosas, varios chandals para la guardería, un trajecito para Abel, unos sonajeros, un gorrito parecido al mío:

A Ainhoa una chaqueta y su gorrito:

Estaban guapísimos y luego empezó la ronda de fotos en las que yo no quiero aparecer y los tatos posan con todos.
Aquí con las tatas Ana y Silvia y con el tío Lorenzo:

Con la agüelica Enedina:

Con los yayos José Luis y Ana:

Y toda la familia junta, otra vez sin papá que ha vuelto a ser el fotografo:

Je, je, je,... perdonar que me ría, pero, fue divertidísimo. Después de la foto de familia, Rubñen y yo nos levantamos del sillón y como el tío Lorenzo estaba sentado en el brazo, el sillón se volcó y el tío se dió un "morrazo".

¡¡ Cómo nos reimos todos !! Hasta la agüelica Enedina echó unas risitas.
Después estuvimos jugando hasta las 3 de la mañana los yayos, los papás y yo.


También me llevaron un puzzle de Cars a casa de mis vecinos Pili y Carmelo, además de un dominó de animalitos. A los tatos les llevaron un juego de bolos y una bolsa de gusanitos, que les encantan.

Al día siguiente, después de la comida, llegaron los Reyes a casa de la yaya Maruja. Ahí todo el mundo recibió su regalo, mayores y pequeños recibieron alguna cosa.

Me encargué de ser el ayudante de los Reyes y fui repartiendo los paquetes y ayudando a abrirlos.

A mi me trajeron una barquita pirata de los Playmobil, una sudadera de color rojo de Cars y unos puzzles de Foam, de los pitufos, para poner en el suelo de mi habitación.

Mirad ¡cuántos paquetes trajeron!:

NOCHEVIEJA Y AÑO NUEVO

Como la ocasión lo merece, para los días de Nochevieja y Año Nuevo, mamá nos vistió de gala a los tatos y a mí.
Por mi parte, no consentí que me hiciesen ninguna fotografía, pero los tatos si que posaron de esta guisa.
Con mamá:
Con la tata Silvia, si mirais bien, ahí estoy yo elegantísimo y sin imaginarme que me sacaban en la foto:

Con la yaya Ana (qué fuerte está):

Y al día siguiente con mamá y los yayos:


NOCHEBUENA Y NAVIDAD

El día de Nochebuena y Navidad, estuvimos cenando y comiendo en casa de la yaya Maruja.
Antes de ir a la cena, fuimos a la Peña y llegamos tarde para ver a Papá Noel, aunque él se acordó de mí y me dejó allí una caja que contenía lo que le había pedido: Un barco pirata de los Playmobil.
Luego pasamos a casa de la yaya Ana para brindar con todos, aquí os pongo una foto de familia en la que faltan papá (era el fotógrafo) y laos tatos Ana e Isaac que llegaron tarde.
Mis tatos ya están muy grandes, Abel casi se mantiene en pie solito. Tiene mucha fuerza, pero todavía no se le ha ocurrido que si adelanta los pies puede llegar a donde quiera.
La tata sí que llega a donde le apetece. Echa el cuerpo a tierra, levanta el culete y gateando va de lado a lado trepando por las piernas de quien ella piensa que puede cogerla en brazos.
Papá Noel fue muy generoso, en casa del yayo José Luis me trajo unos monstruos para jugar con los playmobil y a los tatos unos caballitos-balancín.
En casa del yayo Sergio se portó aún mejor, le dió vacaciones a la tata Siveli para que pudiese pasar con nosotros los dos diícas.


Mirad que guapos estamos los tatos y yo con los yayos, la tía Pili y la tata Siveli.

NAVIDADES DEPORTIVAS

En los días de Navidad, papi tuvo algún día de vacaciones y aprovechamos para jugar, ir de compras, ir al fútbol, aunque hacía mucho frío,


fuimos al Balonmano, a ver al CAI,...

Todos los días jugábamos muchísimo y algunos llegaba a acostarme tardisísimo, lo mejor de todo es que al día siguiente no me levantaba hasta la hora de comer.

Me lo he pasado genial, ya verás luego la vuelta al cole.