Con mamá me portaba también muy mal, estuve orgulloso y le demostraba mi enfado por dejarme en ese sitio con profes y nenes que no conocía, pero,… menos mal que llegó el fin de semana. Relajé mis nervios, mamá superó su depresión y las profes renovaron fuerzas para la semana siguiente.
Por la mañana, al llegar lloraba un poquito, pero luego se me pasaba enseguida. Comencé a hacerme más sociable y cariñoso. Todos los días desde entonces y sigo haciéndolo ahora les doy un besito de despedida a los nenes, a los mayores y hasta las mascotas de Fantasía (son tan guapas).
La tercera semana ya ha sido increíble, bajo del coche emocionado dirección a la puerta de la guarde y allí me esperan Ainhoa y Vanessa con una sonrisa. Ya no me importa que mamá me deje sólo allí y ya no lloro por la mañana.
Mamá está contentísima porque me ve feliz aunque a veces le hago la puñeta cuando viene y le digo que aún no me quiero ir.
Por las tardes, le envían a mami un correo electrónico donde le ponen las actividades que hemos hecho, lo que hemos aprendido, lo que hemos comido y como me he comportado.
Otro día os enseño las instalaciones y todos los juguetes que tenemos, de momento puedes visitarla en: www.plazafantasia.com .