Cada día avanzo un poquito más y ahora, casi un mes más tarde, me sostengo de pie sin problema e incluso doy dos o tres pasitos hasta que me caigo.

Aunque están siempre muy pendientes de mí, los accidentes son inevitables. Ésta semana, en el ascensor de la casa del yayo Sergio la puerta interior me atrapó el brazo. No me hizo daño, pero pillé un "choto" que estuve más de hora y media mimosón, mimosón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario